La riqueza del centro de la rosa
es la riqueza de tu corazón.
Desátala como ella:
su ceñidura es toda tu aflicción.
Desátala en un canto
o en un tremendo amor.
Mejores regalos para tus seres queridos
No defiendas la rosa:
¡te quemaría con el resplandor!
(Chile, 1889/1957)