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sábado, 19 de junio de 2010

BEAUVOIR, Simone de: El deseo de ser

George de La Tour
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Montesquieu cuenta en “Historia Verdadera” que un genio propuso un día a un pobre hombre transformarlo a su elección, en ese rey, o en ese rico proletario, o en ese opulento mercader a quienes envidiaba tan frecuentemente.
El pobre duda, y para terminar, no puede decidirse a ningún cambio; se queda en su piel.
Cada hombre envidia la suerte de otro, concluye Montesquieu, pero ninguno aceptaría ser otro.
Y, en efecto, envidio la situación de otro si se me parece como un punto de partida que yo mismo superaré; pero el ser de otro cerrado sobre sí, fijo, separado de mí, no puede ser el objeto de ningún deseo.
Es desde el corazón de mi vida, que yo deseo, prefiero, rechazo.

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SIMONE DE BEAUVOIR
Francia, 1908/1986)
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(Fragmento del libro “¿Para qué la acción?”)
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Novelista francesa existencialista y feminista. Hasta 1943 fue profesora de filosofía. Tras conocer a Jean Paul Sartre en la Sorbona, en 1929, se unió estrechamente al filósofo y su círculo. En su primera novela, La invitada (1943), exploró los dilemas existencialistas de la libertad, la acción y la responsabilidad individual, temas que aborda igualmente en novelas posteriores como La sangre de los otros (1944) y Los mandarines (1954), novela por la que recibió el Premio Goncourt. Las tesis existencialistas, según las cuales cada uno es responsable de sí mismo, se introducen también en una serie de obras autobiográficas, entre las que destacan Memorias de una joven de buena familia (también conocida como Memorias de una joven formal) (1958) y Final de cuentas (1972). Sus obras ofrecen una visión sumamente reveladora de su vida y su tiempo. Entre sus ensayos escritos cabe destacar El segundo sexo (1949), un profundo análisis sobre el papel de las mujeres en la sociedad; La vejez (1970), sobre el proceso de envejecimiento donde critica apasionadamente la actitud de la sociedad hacia los ancianos, y La ceremonia del adiós (1981), donde evoca la figura de su compañero y colega de tantos años, Jean Paul Sartre.

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