Capítulo 122: La existencia del alma en el Caio
(del libro "Más respeto que soy tu madre")
08 de Enero de 2004
El Zacarías y yo tomamos mate. Siempre. A cualquier hora. Las veces que estuvimos a punto de separarnos, las veces que llegó un hijo nuevo a casa, cuando lo echaron del trabajo, cuando Argentina salió campeón del mundo, cuando se cayeron las torres gemelas. Cuando murió mamá... Entre el Zacarías y yo hubo días sin besos a la mañana, semanas sin dirigirnos la palabra, meses enteros sin juntar los pelos, años larguísimos sin un peso en el bolsillo. Pero no hubo nunca en nuestro matrimonio un solo día sin que él o yo nos sentáramos en silencio a tomar mate.
El mate no es una bebida, corazones de otro barrio. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión. Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás sola. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es “hola” y la segunda “¿unos mates?”.
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos. Los buenos y los hijos de puta.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. El Caio empezó a pedir a los cinco. La Sofi a los nueve. El Nacho a los tres. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza:
—¿Dulce o amargo?
El otro responde:
—Como tomes vos.
Yo les escribo siempre a ustedes con el mate al lado del teclado. Los teclados de Argentina y Uruguay tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Ni a la vieja Manforte.
Escribo esto por algo. Hoy llegamos todos de la calle y el Caio estaba tomando mate solo. Nunca antes había tomado mate solo. Siempre con el Chileno Calesita, o con la hermana, o con nosotros. Solo jamás. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.
El Caio no sabe qué carajo le pasa. No va a recordar este día. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones. Yo no me acuerdo de mi día. Zacarías tampoco. Nadie se acuerda. Pero hoy el Caio empezó a tomar mate solo. Hoy, 8 de enero del 2004, a la madrugada. Su padre y yo, escondidos en el pasillo, empezamos a mirarlo con respeto.
HERNÁN CASCIARI
(Mercedes, prov. Buenos Aires, Argentina, 1971)
.El Zacarías y yo tomamos mate. Siempre. A cualquier hora. Las veces que estuvimos a punto de separarnos, las veces que llegó un hijo nuevo a casa, cuando lo echaron del trabajo, cuando Argentina salió campeón del mundo, cuando se cayeron las torres gemelas. Cuando murió mamá... Entre el Zacarías y yo hubo días sin besos a la mañana, semanas sin dirigirnos la palabra, meses enteros sin juntar los pelos, años larguísimos sin un peso en el bolsillo. Pero no hubo nunca en nuestro matrimonio un solo día sin que él o yo nos sentáramos en silencio a tomar mate.
El mate no es una bebida, corazones de otro barrio. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión. Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás sola. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es “hola” y la segunda “¿unos mates?”.
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos. Los buenos y los hijos de puta.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. El Caio empezó a pedir a los cinco. La Sofi a los nueve. El Nacho a los tres. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza:
—¿Dulce o amargo?
El otro responde:
—Como tomes vos.
Yo les escribo siempre a ustedes con el mate al lado del teclado. Los teclados de Argentina y Uruguay tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Ni a la vieja Manforte.
Escribo esto por algo. Hoy llegamos todos de la calle y el Caio estaba tomando mate solo. Nunca antes había tomado mate solo. Siempre con el Chileno Calesita, o con la hermana, o con nosotros. Solo jamás. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.
El Caio no sabe qué carajo le pasa. No va a recordar este día. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones. Yo no me acuerdo de mi día. Zacarías tampoco. Nadie se acuerda. Pero hoy el Caio empezó a tomar mate solo. Hoy, 8 de enero del 2004, a la madrugada. Su padre y yo, escondidos en el pasillo, empezamos a mirarlo con respeto.
HERNÁN CASCIARI
(Mercedes, prov. Buenos Aires, Argentina, 1971)
REFLEXIONES DEL MATE (texto erróneamente atribuido a Lalo Mir)
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El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien y te hace pensar cuando estás solo. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es: “Hola” y la segunda: “¿Unos mates?”.
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian.
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.
Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos, los buenos y los malos.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: "¿Dulce o amargo?". El otro responde: "Como tomes vos".
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.
Este es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.
Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. La charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y viceversa.
Es la sinceridad para decir: "¡Basta, cambiá la yerba!".
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente: "¿Está caliente, no?".
Es modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir “gracias”, al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.
Ahora vos sabés: un mate no es sólo un mate...
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Lalo Mir
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Aclaración necesaria de nuestra amiga Laly: Por respeto y cariño al autor, es necesario aclarar que este texto pertenece a Hernán Casciari y se puede leer completo y original en este link:
45 comentarios:
Por respeto y cariño al autor, es necesario aclarar que este texto pertenece a Hernán Casciari y se puede leer completo y original en este link http://mujergorda.bitacoras.com/cap/000131.php
Muy bello, interesante y amable tu blog. Felicitaciones y Muchas gracias.
Gladys
lalyrie@gmail.com
Qué buena y oportuna tu aclaración, Laly. Si hay algo que no queremos es confundir. Estas aclaraciones son las que nos hacen crecer. Muchísimas gracias
Muchachos y muchachas..... considero que no importa de quién es la obra, es más, siempre creí que las mismas dejan de ser de quiénes las crearon para pasar a ser de quienes las aprecian. En mi caso, pasé a considerarla mía desde el momento en que mientras la leía se me caía una lágrima de emoción. Quizás emoción por recordar ese día a los 15 años en que me hice hombre. Tuve un segundo nacimiento y fue el mate el que me parió!!! Felicitaciones al autor y a todos los que consideren que en este escrito hay una especie de mapa genético del argentino promedio.
Saludos, Roberto desde San Nicolás de los Arroyos.
Gracias, Roberto, por pasar y comentar en nuestro blog. Creo que no sos el único que volviste a nacer al probar un mate en soledad... Un abrazo grande desde Rafaela
Hoy por primera vez lei este texto bellisimo y las lagrimas se me cayeron. Hace casi dos años que vivo en Argentina y que adoro este pais... ya nos vamos de regreso a nuestro pais, pero este texto para mi realmente representa el alma del argentino, el "no se que" que no podemos definir pero que hizo que nos acercamos tanto de y con tanto cariño de muchos argentinos.... el alma de pais, yo creo.... Gracias por todo...
Qué buenas tus palabras... lástima que no nos des una pista ni de quién sos, ni de dónde sos... De todas formas, espero que te lleves un buen mate, una buena bombilla y yerba para tus pagos. Un abrazo fuerte y gracias por el comentario
Si me gusto.Porque algo que pasa en el vivir diario.Clau B. 2c eempa.
me encanta la poesia poque me senti edentificada en la que dice cuando lo2s hijos comienzan a pedir un mate
por dónde se buscaencuentra el alma de uno, por dónde...? cuál es ese momento mágico y chiquitito en el que uno se descubre solo y encrucijado en un ritual de pasaje que hará que nos miren distinto? hermosa y sensible forma en la que Casciari nos convida el mate calentito de la palabra entrañable, arrimadita a la vida...
Cuando uno aprieta el mate calentito y mira desde arriba cómo se reparten un lugarcito en el agujero la yerba seca con el agua espumosa, sabe que al sorber lentamente y tragar gustoso el líquido amargo, estará no solo calentando las tripas sino también alimentando el espíritu, disfrutando a pleno la vida, a pesar de estar solo. Y ni hablar si en frente tenemos a otro para practicar un buen contrapunto...
Me gusto muchisimo esta narración,esta historia en particular, como esta contada, como cuenta un hecho que creo que a todos nos toco vivir en algún momento de la vida, sobre todos los que estamos o estubimos casados y tenemos hijos, es verdad no hay nada mejor que compartir una charla o un momento en silencio con alguien querido especialmentes nuestros hijos. Carolina. C. 2 "C"
personalmente me gustaria decir que ete texo me gusto mucho, por sobre todo lo que mas me gusto fue "reflecciones sobre el mate"y de este fragmento primeroracion fue la mejor
L...2A...eempi:)
L:B:W:2A::
este texto es muy bello,me gusta la forma en la que esta narrado, también algunas frases como por ejemplo:
"El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse"
esa fue la que mas me a gustado.
Este texto me gustó mucho, porque creo que realmente expresa lo que nadie recuerda que es su primera vez tomando mate, pero que para todos (seguramente) fue muy importante. La frase que más me gustó fue: "Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie." Ya que la situación de inflación la estamos viviendo en nuestro país y sin embargo no hay una sola casa en la que no se encuentre un paquete de yerba.
Este relato fue muy interesante,me gusto pero me llamo mucho la atención de que alguien pueda recordar la primera vez que probo un mate, lo que también me llamo la atención fue el vocabulario con el que se relato esta historia, generalmente las palabras o expresiones no son así, pero estuvo bueno porque se pudo entender con mas facilidad el texto.
Pedro D. 2B
El texto me gustó porque para mi siempre es así(El mate te ayuda a compartir momentos con personas o la soledad.En cualquier momento o situación siempre está presente.La yerba no se le niega a nadie.)
Me gusto mucho la historia porque me parece que el autor tiene razón y le pone un poco de humor con las frases que puso en la historia por ejemplo: en este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse, tomamos mate. Siempre y a cualquier hora, cuando llega alguien a tu casa la primera frase es “hola y la segunda “¿unos mates?”, si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. etc.
Es verdad lo que dice el Caio cuando dice que por más que estén distanciados el mate hace que te acerques a una persona. El texto es interesante sobre todo porque es raro que una persona recuerde su primera vez de haber tomado un mate, es muy raro pero es muy bueno recordarlo a la vez te trae muchos recuerdos lindos.
Nahuel V 2 año "a" E.E.M.P.I Nº 8.040
Este cuento me gusto mucho porque habla del mate un elemento indispensable para los argentinos.
me gusto esta oración del cuento:
La gente pregunta, cuando no hay confianza:
—¿Dulce o amargo?
El otro responde:
—Como tomes vos.
Él esta presente siempre en nuestros momentos de la vida cotidiana, cuando estamos solos o acompañados es muy cariñoso y amistoso, por último quiero decir que es quien inicia una charla.
ME ENCANTO ESTA HISTORIA PORQUE EL MATE ES PARTE DE LA VIDA DIARIA DE MUCHOS DE NOSOTROS,QUE NO DISTINGUE EDADES Y NOS ACOMPAÑA EN BUENOS Y MALOS MOMENTOS.
DANIELA G 2DO "C" EMPA LIBERTAD.
ME GUSTO MUCHÍSIMO ESTE TEXTO YA QUE CREO QUE MUCHOS NOS SENTIMOS IDENTIFICADOS,CON CAIO Y LA MAMÁ,PORQUE SIN PENSARLO Y SIN SABER EL MATE NOS SIRVE DE COMPANIA EN MUCHOS MOMENTOS DE LA VIDA,FELICES Y ALGUNOS NO TANTO, TAMBIÉN ES NUESTRA ÚNICO COMPAÑERO EN MOMENTOS DE SOLEDAD.
S.P. 2"C" EMPA LIBERTAD.
Cuando era niña vivía en el campo, al terminar de ordeñar nos sentabamos a conversar y tomabamos mate y hasta ahora lo sigo haciendo... por eso esta narracion me gusto mucho, me trajo lindos recuerdos..Betina.S. 2 C
Nos gusto este cuento, ya que todos tenemos momentos de reflexion donde pensamos muchas cosas y en muchas oportunidades estamos acompañadas del mate.Y aunque nos dice metaforicamete que cuado empezamos a tomar mates solos tenemos alma, nosotras creemos que de alguna manera, cuando por primera vez tomamos mates solos somos un "poquito mas grandes"
Me gusto mucho el relato. Expresa lo que la mayoría de los argentinos sentimos. Una de las frases que más me gusto es "En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre.. El mate es exactamente lo contrario que la televisión. Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás sola. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es “hola” y la segunda “¿unos mates?”.
Como dice el texto, yerba nunca falta en nuestras casas, con o sin inflación.
El mate forma parte de nuestra cultura, nuestras tradiciones y también de nosotros.
Me gusta mucho este relato porque habla de algo indispensable para los argentinos(una costumbre),Todos algunas vez probaron un mate y la verdad que pocos se acuerdan de ese momento.
El mate nos ayuda a empezar una conversación con alguien,nos hace pensar.
Como dice este relato:cuando una familia toma mates en ese motento nadie se pelea solo hablan de las cosas que le pasaron en el dia.
Juan C. y Alana D. 2 "b" eempi 8040
bueno, este cuento me gusto mucho porque el mate es una tradición Argentina que nos une cuando estamos peleados con alguien o simplemente tomarlo cuando estas aburrido..
Exequiel y Marina:
Nos gusto el texto porque lo que dice es verdad, aunque no nos parece que es lo unico que marca la madurez, pero es uno de los primeros pasos.
El mate es el compañero en las horas de pensar, sentirse triste, feliz, o compartir momentos con alguien.
Me gusto mucho el relato porque el mate es una tradicion de los argentinos y algo que nos identifica. No es lo unico que un niño pide para sentirse mas grande pero tiene mucha verdad. El mate es nuestro mejor amigo porque sabemos que no se va a ir nunca, no escucha cuando estamos mal, tristes, contentos, anciosos, enojados, nerviosos, etc. El mate lo es todo.
ESTEBAN R. 2"B" EEMPI 8040
me gusto mucho el texto por que habla de una tradición argentina EL MATE.
lo que habla el texto es verdad.me gusto mucho esta parte del cuento:
La gente pregunta, cuando no hay confianza:
—¿Dulce o amargo?
El otro responde:
—Como tomes vos.
Nos gusto mucho el cuento porque es algo que pasa todo los dias y porque es una tradicion de todos los argentino... Tiene mucha razon este cuento!! Saludos
Me gustó mucho este cuento, porque expresa algo que nadie recuerda que es su primera vez tomando mate.
El mate nos ayuda a compartir momentos con personas, o la soledad.
En cualquier momento o situación siempre está presente.
Tiene razón al decir que un niño pide un mate para sentirse mas grande.
También fue entretenido porque hablo con otro vocabulario que los autores casi nunca usan.
me gusto mucho el texto de caio , el mate sirve de compaña en las buenas y en las mala , en momentos tristes y de felicidad de nuestra vida cotidiana muy interesante el texto paola suarez 2 c
me gusto mucho el texto de caio , el mate sirve de compaña en las buenas y en las malas , en momento tristes y de felicidad de nuestras vidas cotidianas ... sin dudas muy bueno paola suarez 2 c eempa
Este relato me pareció muy lindo y atrapante ya que cuenta algo que creo yo, muchos nunca nos pusimos a pensar: ¿Cuando empezamos a tomar mate solos? El narrador, a mi criterio, narra tal cual cada situación en donde aparece la compañía del mate, con amigos, peleados, etc.
El texto me gusto porque hay barios puntos en el que me siento identificado.El mate amargo fue y es en mi familia el punto de encuetro de todas las charlas y tambien de los silencios,cuando talves por alguna estupides estabamos sin hablarnos,el mate nos matenia unidos.Hoy en dia que ya no tengo a mi vieja y mi viejo lejos,un mate amargo me llena el alma.(Samuel M 2"c" EEMPA Rafaela)
Cuando escuche por primera vez en una clase este texto se me llenaron los ojos de lagrimas y se me erizo la piel,me acorde cuando de chica tomaba mate acompañada de mi mama y hermanos,todo el dia lo haciamos, se dejaba a la hora del almuerzo y cena y este quedaba en el medio de la mesa,mi papa solia decir que era un vicio.Los años pasaron y mucho no cambio,sigo con esa costumbre pero ya no con tanta compania como en esos tiempos.(Maria Ortiz 2 "C")
Me gusto mucho el texto. Lo primero que me pasa es buscar en mis recuerdos, cual fue aquel día que por primera vez empecé a tomar Mate sola. El Mate es aquello que nos identifica como Argentinos, es motivo de encuentro en buenos y malos momentos. Para algunos es un vicio para otros una costumbre, lo toman todas las edades.
La Yerba estuvo presente siempre hasta que falto en las góndolas, donde muchos creyeron que con esto nos quitaban el alma. Más allá de los enojos y diferencias el Mate se comparte y nunca falta. Enlaza amistades, y es mi componía en las noche oscura y triste.
El Mate nos hace iguales entre tantas diferencias, pobres y ricos, buenos y malos. Orgullosa de ser Argentina y tener el Mate.
Gicel A.M."E.E.M.P.A. Nº1007 2º"C"
Me pareció un relato muy bueno. Ya que expresa: la definición del mate mejor que nada ni nadie, también cosas que ocurren exactamente, por lo menos en la vida de los que tienen cultura matera, como las siguientes dos frases:
- “Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos - por primera vez un mate solo.”
- “Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.”
La verdad que este cuento me ENCANTO.
Es un cuento interesante ya que no cuenta hechos irreales, sino hechos que pasan el la vida cotidiana. Siempre hay un momento en que nos sentamos a tomar mates solos para reflexionar, o porque no sentimos mal, pero creo que todos pasamos por esa situación. Me gusto mucho este relato.
Nos gusto mucho este texto ya que narra algo muy interesante,sincero y real como el MATE! porque cuenta cosas que son muy ciertas,y suelen pasar,por ejemplo..Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es “hola” y la segunda “¿unos mates?”. Nadie se acordara cuando empezó a tomar mates solo,pero en ese momento seguramente,algo estaba a punto de cambiar!
Me gusta muchisimo este texto, ya que no permite ninguna fantasia, todo es muy real y creo que de alguna forma a todos nos tocó vivir estas situaciones y otras tantas más. El mate visto como un punto de encuentro, como un lugar físico y no como un elemento, así lo veo, algo por donde pasa todo, lo bueno, las confidencias, los problemas, las sugerencias, el compartir, etc.Como dice un GRAN GENIO CATALÁN el mate es algo por donde TODO PASA Y TODO QUEDA... pero lo nuestro es pasar...
Claudio 2° "F" E.M.P.A. 1007 Rafaela
Este relato fue muy interesante,me gusto mucho,pero me pareció raro que una persona recuerde la primera vez que tomo un mate,también lo que me llamo mucho la atención fue el vocabulario de esta historia,en general las palabras, porque se pudo entender con mas facilidad el texto.
Me gusto mucho este texto porque nos deja una gran reflexión.Ademas su forma clara y sencilla nos permite entender la importancia y el lugar que ocupa ,este compañero, en nuestra vida .Sin hacer diferencias de genero, edad, etc.
Y nos hace preguntar:¿QUIEN NO HA TOMADO ALGUNA VEZ UN MATE?
Este relato es muy lindo y la verdad yo no me acuerdo cuando tome mi primer mate,en general es mi compañero todos los dias.Rita A.
Me gusto mucho el texto, te atrapa desde el principio y cuenta muchas verdades sobre nuestro compañero de momentos el MATE.. No me acuerdo de la primera vez que tome mates sola, pero es una gran compañía de mis días..
estoy contenta por todos los comentarios que se fueron sumando ... y, especialmente, los que compartieron los alumnos de 2º año (ya 3º en esta etapa) de la EEMPA 1007. qué lindas intervenciones de los animosos de 2ºF! el blog nos va acercando y juntando, como suele hacer el matecito compañero...
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