Juan del aserradero se ha embriagado
y hace como dos horas que duerme en la vereda.
Ayer, Juan ha cobrado
y en el bolsillo apenas si tiene una moneda.
Juan del aserradero
tirado en la vereda
se parece a los perros.
Y para que el solazo no le queme la cara
y se despierte luego,
el yuchán de la calle
tira sobre sus ojos sombra como un pañuelo.
Chaguanco, como pocos,
Juan del Aserradero
quiere olvidar la sierra
y se duerme en el suelo,
pero la sierra vuela
por encima del pueblo,
se torna una cigarra
y le asierra su sueño.
y hace como dos horas que duerme en la vereda.
Ayer, Juan ha cobrado
y en el bolsillo apenas si tiene una moneda.
Juan del aserradero
tirado en la vereda
se parece a los perros.
Y para que el solazo no le queme la cara
y se despierte luego,
el yuchán de la calle
tira sobre sus ojos sombra como un pañuelo.
Chaguanco, como pocos,
Juan del Aserradero
quiere olvidar la sierra
y se duerme en el suelo,
pero la sierra vuela
por encima del pueblo,
se torna una cigarra
y le asierra su sueño.
Manuel J. Castilla
(Salta, 1918-1980)
Yuchán: Palo borracho amarillo.
Chaguanco: Hombre maleducado, de baja condición
3 comentarios:
Conocí el aserradero donde vivía Juan... ya los dos se fueron para siempre...
Lo de Juan, quizás lógico y natural. Lo del aserradero, lamentable...
Lo de Castilla, genial
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