Un paso más atrás. Dos más atrás. Tres. Ahí está bien. Ya está la barrera formada. Una baldosa más acá. Un momento. Ante todo, sacar las cosas del arco. Hay botellas debajo de la pileta. Ya la otra vez cagó una. Y dos sifones. El blindado no es nada, pero el otro puede reventar, y los sifones revientan y los pedacitos de vidrio saltan y se meten en los ojos de uno. Bien juntas las macetas de la barrera. El arquero muy nervioso. Miguel Tornino frente al balón. Atención. El rubio Miguel Tornino frente al balón. Una mano en la cintura. La otra también. La mano sacándose el pelo de la frente. La transpiración de la frente. De los ojos. Hay silencio en el estadio. Es la siesta. Hasta el Negro se ha quedado quieto. Resignado a ser simple espectador de ese tiro libre de carácter directo que ya tiene como seguro ejecutor a Miguel Tornino, que estudia con los ojos entrecerrados el ángulo de tiro, el hueco que le deja la barrera, la luz que atisba entre la pierna derecha del recio mediovolante de la visita y la pata de portland de la maceta grandota del culantrillo. Un solo grito en el estadio: Miguel, Miguel. El público de pie ante ésta, la última oportunidad del Racing Club cuando sólo faltan dos minutos para que finalice el match. Habrá que apurarse antes de que vuelva a adelantarse la barrera o el Negro insista en morder la pelota y hacerla cagar como el otro día que la pinchó el muy boludo. Sonó el silbato. Habrá que pegarle de chanfle interno. La cara interna del pie diestro de Miguel Tornino, el pibe de las inferiores debutante hoy le dará al balón casi de costado, tal vez de abajo, con no mucha fuerza pero sí con satánica precisión para que ese fulbo describa una rara comba sobre la cabeza de los asombrados defensores, sobre el despeinado pirincho del helecho de la segunda maceta y se cuele entre el travesaño, el poste, el postrero manotazo de la lata de aceite Cocinero que se ha lucido hasta el momento. ¡Tiró Tornino...! y... se hizo mimbre en el aire el arquero ante el latigazo insólito de curva inesperada y con la punta de los dos dedos allá voló la lata a la mierda, carajo que ladra el Negro, sí mamá... sí la guardo... está bien... pero mirá vos cómo la viene a sacar este guacho.
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ROBERTO FONTANARROSA
Argentina, 1944/2007
15 comentarios:
Los textos de este hombre dan la respuesta exacta a la pregunta de si escritor se hace o se nace. ¡Qué talento!
Cariños!
Este texto trata sobre la imaginación de niños, en un patio, relatando un partido de fútbol. Al principio la historia es interesante, pero el final me sorprendió, ya que la madre del niño interrumpe el juego y la imaginación de los pequeños.
Amorela F.
¡Me parece un gran relato! ya que primero me genera la sensación de que Miguel es un gran futbolista y luego termina siendo todo una fantasía.
Este texto me sorprendió ya que en principio creí que se trataba de un partido en un estadio, aunque el vocabulario no es del todo formal, pero después se sabe que son un grupo de chicos improvisando el relato del juego.
Es un texto con una trama confusa que demuestra la imaginación de quien está jugando. ¡Entretenido!
Nicolás Montú.
Este texto sorprende desde un principio porque parece que relata un partido de futbol real y finaliza siendo la imaginación de unos niños jugando en un patio.
Juliana R.
Me gusto el relato porque me sorprendió el final, ya que parecía que estaba jugando en una cancha profesional y termino siendo una fantasía.
Éste texto es asombroso ya que, al leerlo te genera distintas emociones. Al principio cuenta una historia espectacular que al final te termina desilusionando.
Este texto me gusto mucho ya que trata sobre la imaginación de un niño, donde al final del relato termina siendo toda una fantasía. Agustina V.
Creo que este texto es increíble ya que me genero un gran asombro y se diferencia de los demás, por el sorprendente final.
¡Que gran relato! la verdad me gusto mucho, esto demuestra la imaginación del autor. El final me sorprendió mucho, imaginé que el niño estaba en una cancha profesional pero era todo producto de su imaginación.
Guillermo.Z
El final del relato me sorprendió ya que al principio pensé que se trataba de un partido de fútbol,pero termino siendo la imaginación de los chicos.
Este texto me pareció asombroso,porque en el final cambia lo relatado. !Extraordinario!
la verdad que el texto me pareció muy entretenido pero lo que no me gusto fue la forma de hablar de los personajes y que escribió el texto en un solo párrafo.
Éste texto me pareció lindo,pero lo que no me gustó fue que aparezca todo el diálogo junto con puntos y comas,mientras lo leía pensaba que se trataba sobre un partido de futból en una cancha profecional y al final los personjes estaban en una casa.
Karen.C
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