Conteniendo como puedo la masa de comida alojada en mi boca me dispongo a hablar, pero tía Berta se anticipa y me dice: “No hables con la boca llena”.
Presuroso, intento tragar lo más rápido posible, pero tía que no pierde ocasión de instruirme, me dice, severa: “No hay que masticar rápido sino bien”.
Escondiendo a un lado de la boca la comida aun no tragada, voy a hablarle, pero ella lo advierte y vuelve a reprenderme: “no hables con la boca llena”.
Ya está. Mi boca se encuentra vacía, nada me impide dirigirle la palabra, pero tía, a quien nunca le faltan argumentos, me indica: “Respira bien antes de hablar, si no, tu cuerpo se llenará de gases”.
Siguiendo sus instrucciones cierro la boca y aspiro por la nariz. “Ahora puedes hablar”, me dice tía Berta cuya vestimenta oscura se recorta contra el fondo luminoso de la ventana.
Pero es tarde, porque un león, que escapó esta mañana del zoológico, la devora, ya con fruición, emitiendo cada tanto algún rugido, sin preocuparse por las reglas de comportamiento en la mesa ni por los beneficios de respirar correctamente.
José Eduardo González
José Eduardo González nació en San Juan en 1948. Es Ingeniero Químico y docente universitario. Ha escrito cuentos y obras para teatro. Recibió varias distinciones y ha publicado sus cuentos en diarios y revistas del país.
(Este cuento fue tomado del libro San Juan. Antología de narradores y poetas, recopilados por Nélida Ballo, Ediciones Desde la gente, IMFC, Buenos Aires, 2000).
Presuroso, intento tragar lo más rápido posible, pero tía que no pierde ocasión de instruirme, me dice, severa: “No hay que masticar rápido sino bien”.
Escondiendo a un lado de la boca la comida aun no tragada, voy a hablarle, pero ella lo advierte y vuelve a reprenderme: “no hables con la boca llena”.
Ya está. Mi boca se encuentra vacía, nada me impide dirigirle la palabra, pero tía, a quien nunca le faltan argumentos, me indica: “Respira bien antes de hablar, si no, tu cuerpo se llenará de gases”.
Siguiendo sus instrucciones cierro la boca y aspiro por la nariz. “Ahora puedes hablar”, me dice tía Berta cuya vestimenta oscura se recorta contra el fondo luminoso de la ventana.
Pero es tarde, porque un león, que escapó esta mañana del zoológico, la devora, ya con fruición, emitiendo cada tanto algún rugido, sin preocuparse por las reglas de comportamiento en la mesa ni por los beneficios de respirar correctamente.
José Eduardo González
José Eduardo González nació en San Juan en 1948. Es Ingeniero Químico y docente universitario. Ha escrito cuentos y obras para teatro. Recibió varias distinciones y ha publicado sus cuentos en diarios y revistas del país.
(Este cuento fue tomado del libro San Juan. Antología de narradores y poetas, recopilados por Nélida Ballo, Ediciones Desde la gente, IMFC, Buenos Aires, 2000).
28 comentarios:
Genial, dice tanto.....
Hermoso cuento. Simple, concreto y muy visual por cierto.
En que shopping se vende "la imaginacion"??? Buenisimo me hizo largar la carcajada. hebe de torcuato
Muy entretenido, gracias :)
me encanto muy corto pero perfecto gracias por escribirlo
esta muy bueno es gracioso y realista muy buen lector y buscando la informacion de usted
excelente cuento me commovio muchoooo hermosisimo:)
me muero que puedo desir me conmovio muchisimo
estoy llorado de la risa es muy muy buenoooooooooooo para chuparse los dedos y ponercela bien pero bien a dentro soy geysiiii
dice mucho que otro cuentos noooooooooooo
esta bn chevere
Me encanta. Me reí un buen rato.
Quiero un resumen
Que tipo de narrador tiene ??
Hola una consulta para los que lo entendieron porque yo no... ¿qué tipo de humor literario es?
Putos
Admitelo,sólo viniste por un trabajo de la escuela
Putoooss
Re trolo
Vos
Rrrreeeeee malo el cuento
Porque hay que leer tanto es aburrido
si
Hay si si si ��
Narrador protagoniata primera persona
Un poco de humor negro diria yo, no estoy seguro
Me explican el título
Puto tu prima
Manco
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