Dicen los amigos que mi vino es triste,
que no tengo aguante ya para el licor,
que soy un maleta que ya no resiste
de la caña brava ni el macho sabor...
Y es que ya se ha muerto todo lo que existe
y entre copas quiero matar mi rencor...
Siempre estoy borracho desde que te fuiste,
siempre estoy borracho... pero es de dolor...
Amigos,
a todos pido perdón
si amargado y tristón
lagrimeando me ven...
Quiero domar mi emoción
pero aflojo también
como todo varón.
Amigos,
cuando se tiene un pesar
dentro del corazón,
no se puede evitar
que el vino se vuelva pesado
y llorón
como el triste
aletear de mi canción.
Dicen los amigos que no soy el mismo,
que hoy en cuanto bebo me da por no hablar,
por arrinconarme con mi pesimismo
y que hace ya tiempo no me oyen cantar...
Y no saben ellos que no es la bebida
sino que me faltan el aire y la luz,
que en el alma llevo sangrando una herida
y voy por la vida cargando mi cruz...
Letra
y Música:
Manuel Romero – Juan D’Arienzo
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