Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas, y una voz cariñosa le susurró al oído:
—¿Por qué lloras, si todo en este libro es de mentira?
Y él respondió:
—Lo sé; pero lo que yo siento es de verdad.
(España, 1925/2008)
ADVERTENCIA: La lectura del presente blog puede herir la sensibilidad de personas que no comprenden que un hecho artístico es justamente eso. Queda bajo la decisión de cada lector ingresar y disfrutar o no los textos aquí compartidos. Prohibida la visita a aquellos que no saben ni quieren pensar.
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