.
.
.
Mi viejo mate galleta,
qué pena me dio perderte,
qué mano tronchó tu suerte,
tal vez la mano del tiempo,
si hasta creí que eras eterno,
nunca imaginé tu muerte.
.
En tu pancita verdosa
En tu pancita verdosa
cuántos paisajes miré,
cuántos versos hilvané
mientras gozaba tu amargo,
cuántas veces te hice largo
y vos sabías por qué.
.
En esos duros inviernos
En esos duros inviernos
cuando la escarcha blanqueaba
tu cuerpito calentaba
mis manos con su calor
pa’ qu’el amigo cantor
se prendiera a la guitarra.
.
Y ahí no más se arma la farra,
Y ahí no más se arma la farra,
vos y yo en un mano a mano,
mate y guitarra en la sombra,
mate y guitarra en el claro,
en leguas a la redonda
no hubo jagüel orejano.
.
Mi viejo amigo y hermano,
Mi viejo amigo y hermano,
qué destino más sotreta,
nunca le di a la limeta,
en vos encontré la calma,
en este adiós pongo mi alma…
Ay, mi viejo mate galleta.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario